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El amor y otras enfermedades 23.11.2022

Crónica de un beso cualquiera Tres metros atrás el mundo era un caos; la sublevación absoluta de la perdición y la maldición de un mundo qué no es para más, es un desastre mal intencionado con toques de anarquía absurda. Entre las guerras, el odio y la desconfianza común en estos días hábitos y costumbres estúpidas- se escondía también del mismo modo, la enfermedad y la pobreza y una desigualdad inaceptable entre aquella creación también bárbara e insólenme que se atribuye...Continue reading

El amor y otras enfermedades 22.11.2022

La mujer de mi vida me prepara el té, su rostro denota preocupación desde que este resfriado me invadió. Mira la televisión sin prestar atención y enfoca sus esfuerzos en asegurarse que el té no quede ni muy dulce ni muy amargo, tal y cómo me gusta. Preparo tres cigarrillos que pretendo consumir cuando de pronto ella voltea enfurecida y con un ademán gentil se lleva. Me trae un libro de Cortázar a cambio y pone el té en el buró que está en un costado de la cama, donde en este... momento me encuentro convaleciente y dice -Lo increíble es su voz dulce- que debo procurar hacer malabares grotescos porque me va a doler algo. Pero nada, absolutamente nada me duele porque ella está aquí, pero que importa si no lo sabe o que importa si disimula que no lo sabe. Suelto una tosecilla y acude presurosa y alarmante a mi auxilio y llora, llora como nunca había visto llorar a nadie. Se le ve preocupada y triste -sospecho ciertamente que ella cree que no ayuda en nada- escucho sus sollozos y sus lamentaciones, parecido al entierro de alguien amado. Pero es por ella por quien he logrado ser feliz -no solo hoy, sino desde que la vi por vez primera- es ella el motivo de estar vivo, la razón por la cual puedo sentirme correspondido y que de igual manera, mi amor corresponde. Esta mujer de la que les hablo tiene la habilidad de transformarse cada 28 días en un monstruo horripilante, en una criatura capaz de exhalar fuego y es tan grande que destruye la casa, rompe los platos y me quiere matar. Tengo que esconderme siempre debajo de la mesa y si tengo un poco de suerte, puedo dormir en casa. Me odia y me aborrece hasta el cansancio cuando llego tarde y poco le preocupa si estoy enfermo o si tengo hambre. Pero al quinto día se le pasa y toma una condición física de ser mitad humano, mitad dragón. Así que no me pregunten por qué me quedo, me quedo porque esta mujer de la que les hablo es una mujer extraordinaria que se convierte en dragón y me quiere matar, pero luego se le olvida y me ama como nadie más. See more

El amor y otras enfermedades 22.11.2022

A mi padre hace añares que no veo, hace años que no sabemos nada, él de mi, yo de él. Su lugar fue ocupado por mi madre que de pequeña nada tiene y que felicitaciones no le faltan, de sobra las tiene y en cuanta variedad es posible. Y no por eso minimizó el valor de un padre -ni siquiera del ausente- Pues a mi entender hay padres que bien merecen un abrazo grande. Afortunado soy de poder llamar a algunos Amigo" o incluso Tío", de saber que existen y que son, no solo ejempl...o sino también columna de la vida propia. Padres de mis amigos que qué padres padres. Trabajadores hombres que procuran llevar a casa pan y amor, no precisamente en ese orden. Y que con ingratitud de hijos ellos solo reciben escuchar decir: papá. Siendo esto pago suficiente. Hombres que pasan horas de sufrimiento y dolor todos los días con el claro objetivo en mente, el amor hacia los hijos. Ni un hombre en su sano juicio pasaría hambre y austeridad por gusto. Siempre hay ese pendiente que preocupa y reclama, el amor de padre. Ejemplos interminables de enseñanza me han dado, han sido guía y luz de mi camino. Así que eso le agradezco yo a mi padre: que me dio la oportunidad de tener muchos padres y a todos quererlos y a todos tenerlos hoy, aquí conmigo.

El amor y otras enfermedades 21.11.2022

Soy un tipo bastante irritante, ¿cómo no habría de serlo? Antes de ti fingía ser feliz, junto contigo aprendí a serlo y después de ti, era inevitable ser infeliz. Tres días podía reír a tu lado y al cuarto- ya un poco cansado- me limitaba a mirarte. Sabiendo y entendiendo qué, aunque no reía igual que ayer, te amaba más que nunca. ¿Cómo pude yo saber que un día te irías? Que todos mis errores que decías que no importaban, terminaron por consumirte hacia la desesperación de ...saberte mía. ¿Cómo fui capaz de ignorar las advertencias? Nunca supe que pensabas porque lo callabas, pero yo lo escuchaba en mi interior y lo sentía, pude sentir tú partida tres meses antes de la huida. Pero mis limitaciones, mis malditas limitaciones me hacían pensar: no pasa nada porque aquí pasa todo. Ese fue mi más grande error, creer que amarte lo suficiente era lo único necesario para evitar que te fueras, olvide por completo, que la razón verdadera por la que te hubieras quedado, era porque me amabas. Y por eso me encanta ser un tipo cascarrabias que de cualquier detalle se enfada, se acabó el café y me enfado. Se terminan los cigarros, me enfado. Viene un tipo a pagar un préstamo que preferiría no hubiera liquidado, me enfado. Así vivo, enfadado, para que algún día encuentre el amor entre las calles y con enfado, limitarme a sonreír y amar más, de lo que algún día te jure, yo podía amarte.

El amor y otras enfermedades 20.11.2022

Decir "mi amor" instantáneamente, momentáneamente, no lo convierte en verdad y tiene incluso caducidad. Las palabras son un bien menospreciado.



Información

Web: elamoryotrasenfermedades.blogspot.mx

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